A 28 años del ascenso a la Primera C, el Sitio Oficial recuerda la gran campaña del Guapo al entrevistar a Claudio Scigliano, una de las piezas fundamentales del plantel.

El pasado sábado se cumplió un nuevo aniversario del ascenso de la temporada 1988/89, donde Central se coronó en cancha de Nueva Chicago ante Sacachispas.

"Pasó mucho tiempo del ascenso, parece increíble. El club era otro, tuvo mucho crecimiento. Antes era todo a pulmón, por ejemplo, se hacían rifas el día del partido para que nos puedan pagar los premios", comenta Scigliano.

De las finales del Reducido ante el Lila, donde Barracas se impuso 1-0 tanto en el Ducó como en Mataderos, el ex volante barraqueño recuerda que "jugar una final en el club donde uno se formó es impagable. Había un gran plantel. Pateé el penal  y lo convertí, fue una alegría enorme".

Cabe destacar que, siendo aún un juvenil de 17 años, Claudio se encargó de ejecutar la pena máxima que le dio la victoria en el primer cotejo, siendo éste su primer gol con la camiseta de Barracas.

"Aun con todos los inconvenientes, se han conseguido logros deportivos para el club. Nos hicimos fuertes en el octogonal, entramos por la ventana. El mérito también es de gran importancia porque terminamos jugando muchos futbolistas de inferiores", remarca el hermano de Diego, que también fue jugador de Central en dos períodos.

Aquella hazaña, recordada tras 28 años, todavía queda latente en el pueblo barraqueño. Con un equipo que siempre quedará en la memoria por haber conseguido que el Guapo retorne a la C.