En una nueva jornada de divisiones inferiores, Barracas visitó a Racing Club en el Microestadio Polideportivo Jorge Camba por la tercera fecha.
En un día de sol resplandeciente en Avellaneda, los chicos barraqueños tuvieron un desempeño brumoso y anubarrado, ya que sólo se sumaron dos unidades productos de dos igualdades y cuatro derrotas.
Todo inició con un resultado tenístico muy doloroso: 6 a 1 en contra con la 4ta. al mando de Eduardo De Haro, que sumó su tercera tristeza en fila. A pesar de iniciar ganando con el gol de Nahuel Zavaleta, lentamente se desmoronó y sucumbió ante un rival que no sintió compasión. Román Maidana, pívot de la categoría, dio la cara aceptando que "nos está faltando juego, necesitamos más apoyo y unión en el grupo para que este abrupto derrumbe nos haga más fuerte y mejores".
En el siguiente choque, la 5ta. de Nicolás De Haro cayó por 4-0. A pesar de la dolorosa diferencia en el marcador, la poca eficacia en el semicírculo rival y la contundencia del oponente, post partido el DT nos dejó en claro: "con este grupo voy hasta la guerra, vamos a sacar adelante la situación".
En el cuarto y quinto turno sabatino llegaron las primeras y únicas unidades para Central. La 6ta. y 7ma., comandadas por Facundo Castro, fueron las divisiones más regulares y disciplinadas en el parquet de la Academia.
La primera en cuestión igualó 1 a 1 luego de irse en desventaja por una floja primera etapa. En el complemento fue otro equipo y otra la imagen que se dejó. Mucha entrega, gran intensidad y un enorme sacrificio para llegar al gol de Santiago Chaparro, que daba así el primer punto de la tarde para el Guapo. El goleador barraqueño de la séptima no pudo ocultar su felicidad por su primer tanto con la albirroja y se lo dedicó con mucha emoción a su madre que por cuestiones de salubridad no puede estar presente.
Todo lo contrario sucedió en la 7ma., que tuvo un aburrido 0-0. Aquí ambos equipos carecieron de ideas, creatividad y jugaron a un ritmo endormecedor. Lo rescatable es el punto que se consiguió y que a fin de la fecha sería el último para el club.
En el penúltimo turno en el rectángulo académico, la 8va. dirigida por Lucas Zablotsky perdió por 3-1 en un match bastante parejo. Se llegó al descanso igualados en uno gracias al tanto de Santino Melián Montesanto. Pero en el complemento, el conjunto rojiblanco no pudo sostenerse ni repetir lo del primer tiempo por lo que los pequeños albiceleste cerraron el tanteador con dos goles de ventaja.
En el cierre, la 3ra. de Alejandro De Nicola cayó 2-1. Recién a falta de diez minutos para el final apareció el 10 y zurdo mágico Edgar Ceballo que, con una gran jugada eludiendo a los rivales de arco a arco, no paró hasta la empujarla al fondo de la red del contrincante.
Para desgracia de todos, semejante obra de arte no serviría de nada. De arremetida y con un ímpetu desmedido, Racing lo daría vuelta en un parpadeo que dejaría ofuscado y sin respuestas al Guapo. Un final inesperado al cual el uno a uno hubiera sido un final feliz.
De esta manera, la disciplina solo sumó 2 puntos de 18 posibles, convirtió 4 goles a favor y recibió 16 en contra
Pero esto sigue, no se detiene y sólo queda levantarse aún más fuerte para seguir adelante. En la próxima estación nos espera un grande de la disciplina como Pinocho. En Gerli, el Guapo buscará volver a empezar.